Los que aguantaron estoicamente hasta el final.
Entre los días 23 octubre y 2 de noviembre, y a lo largo de seis sesiones, la asociación La Duna llevó a cabo un taller de cómic en la localidad almeriense de Fiñana. El monitor de dicho taller fue Rafa Amat “AleS”. Osease yo mismo, por lo tanto quién mejor para hablar de él que un servidor. Cuando acepté realizar este taller desconocía tanto la edad como el número de participantes que se inscribirían en él. Lo que tenía claro es que intentaría enseñarles lo que a mi me hubiera gustado que me enseñaran cuando en mis años mozos realicé alguno y no aprendí nada. Algo que suelo hacer en el instituto con mis alumnos es explicarles y hacerles entender los pasos que se siguen a la hora de hacer un cómic. Y no hay mejor manera que ir pasando por cada uno de ellos. Desde la titubeante y fundamental creación de un personaje hasta la definitiva impresión del mismo. Para ello les llevo muestras, fotocopias y originales de autores profesionales. Les llevo diferentes manuales para que los consulten o fotocopien páginas concretas. Incluso -y me da mucha vergüenza, lo reconozco-, les llevo alguno de los cómics que he publicado junto con todo el proceso que he seguido (creación de personajes, guión técnico, abocetado (layout), página a lápiz, página entintada, color y rotulación).
Y eso mismo ha sido lo que he hecho en este taller al que llegaron a inscribirse más de 30 participantes y que tuvo como finalidad última (a parte de conocer el duro y largo proceso de concebir una página de cómic) la participación en el IV Concurso Provincial de Cómic, organizado por el Área de Mujer, Familia y Juventud de la Diputación de Almería.
Vista la aceptación que ha tenido este taller esos días, la asistencia continuada e intensiva de los participantes, sería cuestión de plantearse un taller permanente en esta localidad.
De este taller me quedo con las apasionadas lecturas de XIII de José Antonio, la obsesión por los brazos cibernéticos de Alberto, la pasión por el Capitán Trueno de muchos de ellos, la terquedad de Francisco a la hora de aceptar “sugerencias” o la admiración total de todos ellos por Dragon Ball y por Akira Toriyama en general.
Y eso mismo ha sido lo que he hecho en este taller al que llegaron a inscribirse más de 30 participantes y que tuvo como finalidad última (a parte de conocer el duro y largo proceso de concebir una página de cómic) la participación en el IV Concurso Provincial de Cómic, organizado por el Área de Mujer, Familia y Juventud de la Diputación de Almería.
Vista la aceptación que ha tenido este taller esos días, la asistencia continuada e intensiva de los participantes, sería cuestión de plantearse un taller permanente en esta localidad.
De este taller me quedo con las apasionadas lecturas de XIII de José Antonio, la obsesión por los brazos cibernéticos de Alberto, la pasión por el Capitán Trueno de muchos de ellos, la terquedad de Francisco a la hora de aceptar “sugerencias” o la admiración total de todos ellos por Dragon Ball y por Akira Toriyama en general.
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